Los niños no son “pequeños adultos” pero viven en un mundo diseñado por y para los adultos. Su edad, su grado de desarrollo y de dependencia, sus capacidades personales, el género, el entorno en el que vive, etc. son alguno de los factores que van a hacerle más o menos vulnerable a las lesiones.
Las caídas son algo habitual y normal en el desarrollo del niño, y forman parte del proceso de aprender a caminar, correr, saltar, trepar, explorar e interactuar con el entorno físico. Esto hace que las caídas sean una causa importante de traumatismos y lesiones en estas edades.
Las medidas preventivas para evitarlas comienzan desde el primer mes de vida.
El bebé pasa mucha horas durmiendo y por eso la cuna es el primer elemento a revisar (altura, separación de barrotes, colchón).
A partir del año las habitaciones más peligrosas son por este orden: cocina, cuarto de baño, sala de estar y dormitorios.
Sigue estas recomendaciones:
Enseña a tus hijos a prevenir las lesiones y accidentes en casa con el juego de “Teo y Bea".
Para saber más sobre qué productos pueden ser peligrosos o suponer un riesgo de lesiones para la infancia y cómo utilizarlos correctamente para evitar que originen lesiones consulta la “Guía de seguridad de los productos infantiles”
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