Ir al contenido principal

Beber para curar el estrés

Señora bebiendo alcohol de una botella, con cara angustiada.

Hay un falso mito sobre los efectos relajantes del alcohol. Puede reducir momentáneamente el estrés o el nerviosismo, pero en realidad tiene un efecto rebote, pudiendo “engancharnos” y provocando más ansiedad.

Nuestros problemas no desaparecerán bebiendo alcohol, al contrario, la tristeza y la depresión se harán mayores. En caso de haber adquirido el hábito consumir alcohol para superar estados de ánimo decaídos, lo aconsejable sería pedir ayuda a un profesional.