Alimentación y emociones
Es fundamental conocer los aspectos psicológicos que intervienen en la conducta de comer, aprender a manejar las emociones y entender su relación con los pensamientos, los sentimientos y las conductas.
La alimentación y las emociones van de la mano, son dos caras de la misma moneda. El hecho de comer de manera no saludable tiene diferentes explicaciones. Una de ellas puede estar relacionada con nuestra naturaleza y tipo de personalidad, ansiosa, impaciente, impulsiva…Otra, tiene que ver con las costumbres que hemos adquirido durante la infancia, pueden habernos acostumbrado a comer más de lo que necesitamos o un tipo de alimentos poco saludables.
En ocasiones se come de más para compensar emociones negativas que han producido malestar psicológico y activación fisiológica, es decir, una “alerta” en nuestro organismo. El “comer” tiende a reducir ambos factores, por eso podemos hablar de personas que tienen un estilo de comer emocional y que por tanto tienden a aumentar la ingesta en periodos de mucho estrés o cuando están tristes, enfadados o apáticos.
Llevar una alimentación saludable y en general, un estilo de vida saludable, hará que nos sintamos mejor. Si quieres profundizar más en este tema, te recomendamos consultar el siguiente enlace: