Álvaro, 41 años
Llevaba ya mucho tiempo fumando, lo había dejado un par de veces pero había vuelto "por tontería, casi sin darse cuenta". Notaba los efectos del tabaco en su día a día: especialmente la tos y la sensación de ahogo, que hacía que le costase cada vez más ir en bici, con lo que le gustaba ...
Decidió dejarlo, buscó información y encontró unas sesiones de ayuda grupal para dejar de fumar. Allí ha conocido a gente en su misma situación y le han ayudado mucho.
Está muy contento, ha notado cambios desde el principio, sobre todo la mejoría del olfato y del gusto, y la capacidad pulmonar, ha vuelto a disfrutar con la bici. Lo más difícil al inicio fue no fumar en reuniones sociales, pero ahora sabe cómo controlar esas situaciones y se siente libre.