Sara, 33 años
Aunque no le gustaba nada, ya casi llevaba la mitad de su vida fumando. Con 27 años había dejado de fumar unos meses, pero había vuelto "porque pasó una época mala...". Notaba mucha ansiedad cuando no podía fumar y los dientes algo amarillos. Hace un año empezó a plantearse que le gustaría tener hijos y esto le dio el impulso definitivo.
Le ayudó mucho el apoyo de su compañero, que lo dejó a la vez que ella, y su médica de familia. Sus trucos personales fueron además, fijarse en lo positivo, decírselo a todos y aprovechar para hacer más ejercicio.
Hubo momentos difíciles pero pasaron. Desde entonces, está más relajada y la vida huele y sabe de otra manera. Y eso no es todo, está embarazada de 5 meses, esperan una niña y con lo que está ahorrando van a decorar su habitación y comprar ropita. Tiene claro que no volverá a fumar, por ella y por su familia.