Trucos para reducir el consumo
Si bebes más de lo recomendado, o en ocasiones te arrepientes de haber bebido tanto, o padeces algún problema médico concreto o por cualquier otro motivo sientes que el alcohol podría ser un problema para ti, deberías plantearte reducir tu consumo o dejarlo por completo.
Es bueno para tu salud física y mental, para tu bolsillo y puede ser más fácil de lo que crees. A continuación te planteamos unos sencillos consejos que podrán ayudarte. Cómo reducir tu consumo.
5 motivos para reducir el consumo o dejarlo
- Apariencia física: el alcohol tiene muchas calorías. Si dejas o reduces el consumo, lo notarás muy pronto. Además, tu cara tendrá un aspecto más saludable.
- Descanso: beber alcohol interfiere en el sueño. Poder descansar bien te ayudará a levantarte de buen humor y sentirte mejor en todos los aspectos de tu vida.
- Reduce el estrés: aunque muchas personas beben para reducir el estrés , el alcohol es un depresivo y su consumo crea mayor ansiedad.
- Evita los problemas: si en ocasiones has tenido problemas a causa del alcohol (discusiones, lesiones o disgustos), dejarlo o reducirlo te ayudará a sentirte más tranquila.
- Vive más y mejor: evitando o reduciendo el alcohol tendrás menos riesgo de padecer enfermedades físicas (incluidos algunos tipos de cáncer) y mentales.
Pasos para controlar el consumo de alcohol
- Calcula cuánto alcohol consumes y averigua cómo te puede afectar este consumo con el test: ¿Cuánto bebo?
- Reflexiona por qué bebes: hay muchos tipos de consumidores según sus motivaciones para beber. Intenta averiguar qué “detonantes” te empujan a hacerlo y te resultará más fácil.
- Reduce el número de días y la cantidad que bebes: lleva un control de los días y márcate algunos días de “descanso”. Mide también el número de unidades que consumes (Diario de consumo) para intentar reducirlas.
- Anota los beneficios: según reduzcas la cantidad de alcohol, empezarás a notar ciertos beneficios como dormir mejor o tener más energía. Pueden motivarte para mantener un consumo bajo o nulo.
- Realiza pequeños cambios: son la clave para tener una actitud diferente ante la bebida.
Algunos trucos para controlar y reducir el consumo
- Sustituye el alcohol de tu despensa por otras bebidas sin alcohol.
- Cambia las medidas: cambia el recipiente en el que sueles beber por otro más pequeño (vasos pequeños, cañas…), te ayudará a reducir la cantidad de alcohol.
- Bebe despacio: bebe con calma y dando pequeños sorbos. Si vas a beber, procura disfrutar del sabor y nos de los efectos del alcohol.
- Suelta el vaso: si mantienes el vaso o copa en la mano beberás con más frecuencia, déjalo sobre la mesa después de beber.
- Si sueles beber con frecuencia, elige los momentos. Por ejemplo: un vasito de vino sólo a la cena.
- Diluye el alcohol: tomar el alcohol con refrescos sin gas, sifón o limonada hará que tomes menos cantidad.
- Elige bebidas más suaves: las bebidas fermentadas contienen menos graduación que las destiladas.
- No bebas sólo alcohol: intercala las bebidas alcohólicas con otras sin alcohol, como agua o refrescos.
- No mezcles drogas: consumir otras drogas o medicamentos con alcohol intensifica los riesgos y perderás la noción de las unidades que has consumido.
- No bebas alcohol con sed: el alcohol deshidrata, si tienes sed bebe agua u otras bebidas sin alcohol. Evita también comer alimentos salados mientras bebes alcohol.
- Márcate días “sin”: establece unos días durante la semana en los que nos bebas nada de alcohol.
- Evita beber por beber: no bebas porque todos han pedido otra ronda, porque está encima de la mesa o “porque sí”. Sé consciente de lo que bebes en cada momento.
Si te preocupa tu consumo de alcohol puedes consultar con tu profesional sanitario de referencia.