Consecuencias a corto plazo
Cuando una persona empieza a beber, las primeras sensaciones son de relax, autoconfianza, uno se vuelve más sociable y se siente más contento; pero si se continua bebiendo, la conducta se va volviendo más negativa, se reduce la capacidad de coordinar y pensar, la memoria y los reflejos se ralentizan y disminuye el control sobre nuestros movimientos. En este momento seremos más vulnerables ante situaciones de riesgo (accidentes de tráfico, peleas….).
Otro efecto a tener en cuenta es el de la desinhibición de la conducta, lo que conlleva un mayor riesgo de tomar decisiones equivocadas, mayor posibilidad de ejercer o padecer actos violentos, practicar sexo no seguro o de sufrir lesiones por accidentes de tráfico u otras causas.
Además, mantener en el tiempo un consumo de riesgo conlleva diversas consecuencias a largo plazo.
Aquí puedes encontrar información sobre el Consumo intensivo de alcohol.
Con la herramienta ¿Cuánto bebo? podrás comprobar los efectos físicos inmediatos y el número de calorías que consumes cuando bebes.