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Medioambiente y derechos humanos

La producción de tabaco provoca cerca del 5% de la deforestación global en los países en vías de desarrollo. Además, en todo el mundo, es uno de los mayores causantes de los incendios forestales debido a las colillas mal apagadas.

Estas colillas son residuos que contaminan los espacios naturales:

  • Son el tipo de desecho más común en las playas.
  • Un 25-50% de la basura recogida en las carreteras y calles son colillas.
  • Contienen todos los compuestos cancerígenos, pesticidas y nicotina que hacen del tabaco la principal causa de mortalidad prevenible a nivel mundial.
  • Liberan metales pesados y otros tóxicos en los ecosistemas acuáticos. En un estudio de laboratorio, un solo filtro en un litro de agua produjo la muerte de la mitad de los peces expuestos.
  • También son un problema económico, ya que implican un alto coste de limpieza para la comunidad.

Por otro lado, es ya bien conocida la contaminación ambiental que genera el humo del tabaco, implicando para aquellos expuestos al humo de segunda mano riesgos similares que los que lo consumen.

Un 80% de la producción de tabaco se realiza en países en vías de desarrollo, donde parte importante de la mano de obra son niños y mujeres.

En dicha producción se utiliza un exceso de agua, así como de plaguicidas y fertilizantes que generan toxicidad y enfermedades derivadas de su manipulación.

Pero además, el consumo de tabaco se asocia especialmente a las desigualdades de género y nivel socioeconómico, por lo que sus consecuencias las sufren en gran medida los niños, las mujeres y las poblaciones más desfavorecidas. El vínculo entre tabaco y pobreza ha sido denunciado por la OMS y los gobiernos en diversas ocasiones.