Alcohol y vida social o de pareja
Cada vez se escucha más el término “bebedor pasivo”, este término se refiere a aquellas personas que sufren las consecuencias del consumo de alcohol de otros.
Hay personas que consumen alcohol para desinhibirse, ser más divertido y sociable. En realidad, el alcohol deprime el funcionamiento del cerebro y libera los instintos más primarios. Esto puede hacer que nos “convirtamos” en personas que no nos gustaría ser y hagamos o digamos cosas que causen problemas en nuestras relaciones de pareja, familiares o de amistad.
También hay algunas parejas que pueden asociar el consumo de alcohol a momentos íntimos más placenteros, cuando es muy probable que ese comportamiento desemboque en problemas sexuales y de fertilidad.
¿El alcohol te hace discutir?
Si cuando bebemos nos volvemos más agresivos y perdemos el autocontrol, es lógico que podamos iniciar o tener discusiones que no buscábamos.
En ocasiones, los motivos de la discusión son problemas ocultos que no se habían resuelto previamente y que “saltan” como efecto del alcohol. En otras, un simple comentario desafortunado o malinterpretar las intenciones del otro, pueden llevarnos fácilmente a un estado de ira que nos costará abandonar mientras sigamos bajo sus efectos.
Reducir la cantidad de alcohol y consumir por debajo de los límites de consumo de bajo riesgo nos ayudará a evitar situaciones desagradables o discusiones con la gente que nos rodea. Estos son algunos consejos a tener en cuenta:
- No hace falta beber para divertirse: los planes con nuestros amigos o pareja no tienen por qué incluir alcohol.
- Respetar los máximos de consumo establecidos: si controlamos el consumo de alcohol, será mucho más fácil no meterse en problemas.
- Cuando bebas, procura acompañarlo de comida, ya que comer ayuda a que la absorción de alcohol sea más lenta.
- Hablar de las preocupaciones cuando estemos sobrios: debemos tratar de solucionar los temas que nos preocupan o molestan en momentos tranquilos, y no hacerlo cuando hemos bebido demasiado. En caso de que hayamos bebido, lo ideal sería dejarlo para cuando se nos hayan pasado lo efectos del alcohol.
- Alternar bebidas alcohólicas con bebidas no alcohólicas: esto nos ayudará a mantener el control de lo que bebemos y por tanto, de las consecuencias que pueda provocar en nosotros.